Carta a los actores de La Vie de Galilée
Extractos - Giorgio Strehler
La Vie de Galilée es un espectáculo caracterizado por un equilibrio muy difícil de lograr, un equilibrio "al límite de lo posible", rítmico, tonal, plástico. Se necesita muy poco, muy poco para distorsionarlo por completo: un pequeño cambio de acentos, un breve enlentecimiento en los tiempos o la aceleración, y todos los pesos se desplazan. Y sin embargo, las representaciones son un ser vivo y no un museo de gestos y entonaciones congelados. Las representaciones llevan dentro de ellas como un signo de vida que siempre es nuevo, inesperado, incapaz de repetirse. Pero es precisamente nuestro deber para con nosotros, "intérpretes", obtener esta alegría siempre nueva en la vida y comunicarla a los demás mientras caminamos pacientemente en nuestros propios pasos y que reanudemos nuestras acciones, concedidas y conquistadas "ayer "en una especie de trabajo paciente del que no sabemos si es un recuerdo, un reflejo o algo más misterioso , que adquiere, noche tras noche, la apariencia de una realidad maravillosamente móvil.
Ahí radica el misterio de nuestra profesión, ahí radica el esfuerzo considerable de nuestro trabajo, en eso consiste nuestro valor de actuación: esa renovación perpetua de nosotros mismos con un alma libre y fresca como en el primer instante de la intuición poética, en el que nos pareció correcta y a la que le dimos inmediatamente el peso concreto del movimiento, de la palabra, de acuerdo con lo que leemos, inmóvil, en la página de texto
Debes encontrar tu calma, tu verdad, precisamente en esta increíble disciplina interior, en este trabajo que es fundamentalmente inhumano, siempre lo he pensado. No hay otra forma de continuar. Puede dar miedo pero, como dice Galileo, "¡es así!"

Finalmente, el punto más importante: aparte de lo que es mecánico, cuide lo que se ha establecido juntos e insisto mucho en este "juntos". No por gusto, para complacerme en la generosidad, sino porque, al final, por duro que haya sido nuestro trabajo, incluso si he podido guiarlos y, a menudo, enseñarles hasta las "cosas" elementales de vuestra profesión, es siempre y sobre todo una forma inevitable de estar juntos y el resultado nunca es individual. Nunca !